domingo, 18 de marzo de 2012

Elecciones

Sinceramente no tolero tanta ignorancia junta representada en un 46%, éstas son las consecuencias de años y años dejándonos lavar el cerebro y no actuar en una fuerza conjunta ante las injusticias. Cada que el pueblo alzaba la voz en pro del cambio ya sea en una huelga por la explotación laboral o gritando A LA CARGA!! con la garganta llena de esperanza, sus ideales eran aniquilados, hasta llegar al día de hoy en dónde la astucia llegó hasta el punto de que ya nos enseñaron a autorobarnos. Pero ¿qué se puede esperar de un pueblo que llega de trabajar por un salario mínimo paupérrimo a ver el Capo o Rosario Tijeras, y que es el único país en Suramérica que nunca ha tenido un cacerolazo pero que tiene las mayores razones para hacerlo?, ¿qué se puede esperar de un pueblo que se queja de la pobreza pero que vende su futuro al asesino de su hijo en Soacha o en los montes de Colombia en defensa de la seguridad democrática, mientras los hijos de él se pasean en helicópteros de la fuerza aérea con el dinero de nuestros impuestos?, ¿qué se puede esperar de un pueblo que cree que con la violencia se puede acabar la violencia?, ¿qué se puede esperar de un pueblo que se deja manipular por familias en acción, un asistencialismo tan barato que ha convertido a los campesinos en unos perezosos para cumplir con los deseos astutos de su presidente?. ¿En dónde está la dignidad de éste país? ¿La memoria? Seguramente en el mismo lugar dónde está la paz y la equidad de género y razas. Parecemos la novia indigna que le perdona todo al macho pluritestosterona con conocimiento de todo el sufrimiento causado por miedo al cambio, por miedo al quedarnos solos, por miedo al miedo y por la ausencia total de dignidad e inteligencia. Hay que dar un paso más adelante a ver si es que nos hundimos del todo para empezar de nuevo, o si reconstruimos sobre lo destruido. 

La ignorancia es atrevida, porque ahí están y han estado las bibliotecas desde siempre, los ejemplos desde siempre y los sistemas educativos son y han sido pésimos aquí en Ecuador y en Argentina, ¿entonces porqué allá porqué si todos se unen y luchan contra lo que no están de acuerdo? Somos ignorantes por decisión propia y a causa del miedo impuesto, pues como lo dijo Ernesto cuándo aún no era el radical Ché con el que no comparto muchos postulados: “Este país es el que tiene más suprimidas las garantías individuales de todos los que hemos recorrido, la policía patrulla las calles con fusil al hombro y exigen a cada rato el pasaporte, QUE NO FALTA QUIEN LO LEA AL REVÉS (¿¿ah??), es un clima tenso que hace adivinar una revuelta dentro de poco tiempo. Los llanos están en franca revuelta y el ejército es impotente para reprimirla, los conservadores pelean entre ellos; no se ponen de acuerdo y el recuerdo del 9 de abril de 1948 pesa como plomo en todos los ánimos; resumiendo, un clima asfixiante, SI LOS COLOMBIANOS QUIEREN AGUANTARLO ALLÁ ELLOS, nosotros nos rajamos cuanto antes”, y decidimos aguantarlo... Aquí estamos reeligiendo una continuidad de algo socialmente errado, que tiene a profesionales desempleados, subempleados y con contratos de 550 mil pesos por 48 horas semanales, y madres sin hijos, hijos sin madres, niños sin piernas, secuestrados con miedo de rescates a sangre y fuego, hermanos sin hermanas, niños ciegos, madres traumadas, masacres por montones, burros de oro, chuzadas del das, falsos positivos, agroingreso seguro, un congreso paramilitar, muerte a la oposición, al pensamiento diferente, erradicación de la libertad de expresión, jóvenes inocentes en la cárcel, un pueblo traumatizado y la extinción total de la esperanza. 

Me duele por los niños, por mis abuelos, por mis papás, por la sonrisa del señor vendedor de bonice que me hizo pensar que la ignorancia de éste país era bonita y posible de cambiar, me duele por los hermosos paisajes y pueblos y costumbres de mi país, me duele por las montañas azules, me duele por la gente que conozco que trabaja por él con las uñas, me duele que NO lo agradezcan y le paguen dejándose comprar por un arroz con leche o un tamal mal amarrado, me duele por los estudiantes que no van a poder saber que es una universidad pública, me duele porque éste país tiene potencial pero no nos dejan ni lo queremos sacar a flote; pero esa es la realidad, no toda la culpa es de la oligarquía que nos manipula vía RCN, la culpa es de nosotros que nos dejamos manipular por ella, tanto que ya ni nos respetan y nos ponen a elegir entre candidatos tan regulares como los actuales, NOSOTROS TENEMOS LA CULPA POR PERMITIRLE LA COSECHA A LA INDIFERENCIA. Pueda ser, que después de darnos duro contra el piso (quién sabe cuántas veces más) recapacitemos y salgamos adelante como Chile luego de Pinochet, la diferencia es que Pinochet era un dictador de frente, no uno hipócrita disfrazado de Santos... Perdón, de santo.

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