lunes, 12 de agosto de 2013

Respuesta


Que bonito sería caber en una caja. Poder vivir entre las páginas de un libro, y viajar gratis aunque incómodo en un camión de transporte de mercancía. En el camino, uno se haría amigo del vecino de la siguiente página, siempre presto a compartir su historia, quizá un poco más adelantada en experiencia. Conversarían sobre el próximo destino y sus propósitos a cumplir allí.

- A dónde te diriges?, que te lleva allí?.
- Un 'inside trip' amigo, es necesario salir de la isla para ver la isla como dice Saramago, por eso viajo, y tu?.
- Vengo de muy lejos y he traído algo; mi labor es servir, mi trabajo es básicamente encender la duda en alguien, y así incentivar su conocimiento, despertar su espíritu.
- Vaya electricidad valiosa y altruista traes tú nuevo amigo...
- Es el resultado de la inquietud que genera la curiosidad, la duda, la respuesta. Es a lo que se llega después de haber visto la isla desde muy lejos.

Y llegar... y llenarse los ojos y pulmones de paisajes de verdes profundos y puros, de atardeceres que dudan entre el rojo y el naranjado, aguas diáfanas entre piedras lisas que se saben y se sienten como el pozo de la tranquilidad pero que llaman del diablo. Y encontrar caminos que enseñan a caminar el propio paso, en el que se consume paisaje en cada mirada y en el que cada inversión de energía genera un brote de pensamiento. Y escuchar los pensamientos susurrar al oído claramente mientras uno está sentado al lado del río bajo una luna que permite ver los contornos y así agudizar la vista. Ser el primero en darle la bienvenida al sol en donde de verdad nace el sol. Escuchar la lluvia protegido por la valerosa cobija que me brinda su calor en una cama prestada y que las ideas bailen a su ritmo. Disfrutar del crepúsculo, aquella maravillosa fusión que no es ni tarde ni noche, en la que las mantas blancas resplandecen hablando sobre el equilibrio y la armonía. Y el olor... aquel fabuloso olor a almizcle de historias, comidas, tejedurías, niños, visitas, amores, problemas resueltos y no resueltos y tantas más cosas.

Que bonito sería caber en una caja y vivir. Ver nuevos mundos para luego recordarlos; volverlos a pasar por el corazón como dice Galeano. Haberlos vivido y así quizás hallar la respuesta que encuentra placer en el servir, para dar paso a la verdadera sensibilidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario