¿Ésto es lo que queda del rastro ancestral tallado con cosmogonía y sudor de indígena, de vientre, de sangre, de tierra, de color, de agua, de flores, de lunas, de soles y de cielos?
¿Son chuchuguazas, manillas, aretes, mochilas, chanclas, sombreros y modas lo que queda de una civilización nacida desde el mismísimo vientre de la tierra y no mezclada importada y aniquilada?
¿Son viajecitos de juventud por suramérica, pagando en dólares entradas a templos de vírgenes incas, doncellas consagradas sólo a los dioses con voces de selvas, lo que queda de lo que fué un gran imperio con alumbrado público, sistema númerico propio, gobernabilidad justa, grandes relaciones comerciales, increíble arquitectura, cosmovisión, agricultura y sistemas de riego que permitían que creciera el maíz a una altura dónde sólo se cultiva la niebla?
¿Es un ecuatoriano alcohólico vendiendo contras para el maldeojo en Carabobo y mujeres y niños vendiendo cobijas y chaquetas en pichincha lo que queda de los tejidos, la orfebrería y las artes en general de nuestros antepasados ancestrales?
ES LO QUE QUEDA PARA LOS QUE NO QUIEREN MIRAR
PARA MI QUEDA LA RESISTENCIA
QUEDA LA ADAPTACIÓN
QUEDA LA ESCENCIA Y LA UNIÓN
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