Al siguiente día, compré la chuchuaza en una tienda naturista en el centro, me tomé un milo en uno de los chuzos del metro, y un niño que trabaja vendiendo galletas en los buses me guió amablemente hasta el bus correcto (que en realidad era el equivocado, pero menos mal pregunté). Carolina ya venía, estaba a un avión de compartir semejante momento con Laura y yo, luego de que naciera una amistad precisamente gracias al susodicho. En la fila conocí a Man Viv y a Gaetan, testimonios vivos de quienes tuvieron la gran fortuna de presenciar a la Mano Negra vivita y coleando y con quienes pasé las horas sentada en una manga, contando los minutos para que la fiesta comenzara. Carolina llegó a las 8:30 de la noche, con una blusita negra, y con una maletota que también disfrutó del concierto. Abrazadas y cantando emocionadas escuchamos la primera canción y luego
domingo, 8 de julio de 2012
La noche que se cumplió el sueño
Al siguiente día, compré la chuchuaza en una tienda naturista en el centro, me tomé un milo en uno de los chuzos del metro, y un niño que trabaja vendiendo galletas en los buses me guió amablemente hasta el bus correcto (que en realidad era el equivocado, pero menos mal pregunté). Carolina ya venía, estaba a un avión de compartir semejante momento con Laura y yo, luego de que naciera una amistad precisamente gracias al susodicho. En la fila conocí a Man Viv y a Gaetan, testimonios vivos de quienes tuvieron la gran fortuna de presenciar a la Mano Negra vivita y coleando y con quienes pasé las horas sentada en una manga, contando los minutos para que la fiesta comenzara. Carolina llegó a las 8:30 de la noche, con una blusita negra, y con una maletota que también disfrutó del concierto. Abrazadas y cantando emocionadas escuchamos la primera canción y luego
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario